martes, 15 de mayo de 2012

Capitulo IV – Celosamente tuyo.

Capitulo IV – Celosamente tuyo.

Han pasado 3 meses desde que vivimos juntos.
Al día siguiente en que nos besamos ninguno fue capaz de tocar el tema.

Las cosas han trascurrido normales si se puede decir así, cada día Himeko va y viene del trabajo a la casa, comemos juntos y hablamos de cómo fue su día, nos reímos mucho de todo lo que cuenta pero llego el día en que algo de todo lo que me dijo me empezó a molestar.

-         Sabes Yatoh…-hablo mirando hacia otro lado.
-         ¿Que ocurre? –pregunte intentando buscar su rostro- ¿a pasado algo malo?
-         No es eso, es solo que….- desvío mi mirada- alguien… alguien de mi trabajo…

Precipitado me levante de la mesa y esto hizo que tintinearan los platos.

-         ¿Te han hecho algo malo? Por favor dime.
-         No, no es eso –se apresuro a decir para tranquilizarme- es que alguien de mi trabajo ¡se me declaro y no se que decirle! – lanzo mientras miraba el suelo.
-         Que… ¿que has dicho? –hable algo aturdido- ¿que alguien que?
-         ¡Eso!, el otro día en que llegue algo tarde fue porque Takano san y yo nos quedamos trabajando solos hasta tarde, de pronto se me declaro y no supe que hacer…

Anonadado con aquella revelación no supe que decir, solo formule la única pregunta que preocupaba mi cabeza y tenia paralizado mi corazón.

-         Himeko…¿a ti te gusta el tal Takano? –pregunte asustado de que la respuesta fuese asertiva.
-         Gustarme…-dudo pensativa- mmm, la verdad es que no…es una buena persona y siempre me ayuda pero no, no me gusta Takano san –negó convincentemente.

Al oír que no era así mi corazón empezó a latir nuevamente, estaba asustado, no quería pensar que alguien podía quitarme a Himeko, era una sensación tan humana, pero que aun así hacia daño a mi corazón.

-         Me alegra que no te guste –suspire.

Ella algo extrañada y con bueno humor intuyó exactamente lo que pasaba en mí.

-         Yatoh, ¿será que estas celoso? –pregunto sonriente.
-         ¿Celoso yo? No, que va, es solo que si sales con alguien podría malinterpretar nuestra situación – de todas las posibles respuestas con las que pude evadir mis sentimientos elegí la mas estupida. Sentí la mirada enojada y desafiante de Himeko sobre mi cabeza mientras yo miraba al piso.
-         ¿Así que eso es lo que piensas?, bien, entonces… ¡tal vez si salga con Takano san! – grito furiosa mientras se levantaba de la mesa.
-         Espera… yo no quise… -intente decir, sabia que mi idiotez me costaría caro- es que yo…
-         ¡Mejor ya no digas nada! –volvió a gritar y comenzó a caminar hacia la puerta de salida- ¡Yatoh, eres un idiota, tu no sabes nada!.
-         ¡Espera!, yo en verdad no quise…- ella ni siquiera escucho mis palabras, abrió la puerta, se dio media vuelta a mirarme y grito una vez mas.
-         ¡¡Idiota, me voy y llegare tarde así que no me esperes!! –cerro de un portazo y se fue.

Todo paso tan rápido, no supe que hacer o decir, realmente fui un idiota.

-         ¿Que tanto me costaba decirle que en realidad sentí celos –comencé a hablar solo - odie el que alguien se le confesara, el pensar que alguien puede arrebatarla de mi lado, si, soy un idiota y merezco su furia y lo peor es que le di motivos para aceptar la petición del tipo ese – ni siquiera sentía ganas de mencionar su nombre- que debo hacer ahora… ¿Cómo me disculpo?.

Me quede toda la tarde con mis pensamientos, es verdad que los los hombres somos idiotas.

Decido a no perder a Himeko me arme de valor, tome mis llaves y salí con rumbo fijo a aquella dirección que  veo cada día anotada en un pequeño papel en mi velador, lleva ahí un par de semanas y no me atrevía a visitar aquel lugar; hoy, es hora.

Atardecía y comenzaba a hacer frío, demore casi una hora en encontrar la dirección correcta hasta que finalmente llegue a un gran edificio, entre en el hall de la recepción abarrotado de gente y me quede esperando a que algo pasara hasta que ese “algo” sucedió.
Dos personas se acercaban a la salida rápidamente, se podía oír como discutían desde donde los observaba oculto.

-         Himeko Chan, por favor espera –dijo un hombre.
-         Takano san, por favor ya le dije que no puedo.
-         Himeko –hablo el hombre tomándola del brazo- en verdad me gustas, por favor dame una oportunidad.
-         Por favor suélteme, ya le dije que no puedo corresponderle –exclamo.
-         ¡¿Será que te gusta alguien mas?! –grito mientras la sujetaba con fuerza- ¡Dímelo!

Rápidamente me escabullí cerca de los dos, las cosas habían empezado a salirse de lugar y la gente presente se detuvo a observar que pasaba.

-         ¡Que me suelte eh dicho! –grito- por favor, entienda, mi corazón le pertenece a otra persona, no puedo estar con usted.
-         ¿Por qué? ¡PORQUE NO PUEDO SER YO! – grito furioso, mientras levantaba la mano- eres, eres una zorr…
-         ¡DETENTE CABRON! – salí rápidamente de donde estaba y sujete con fuerza la mano de aquel hombre- ¡si te atreves a ponerle un dedo encima a Himeko te matare! –grite furioso.

Himeko estaba asustada, al verme se acerco rápidamente y se refugio tras mi espalda.

-         Yatoh… tu…¿viniste por mi? -pregunto mientras leves lagrimas asomaban de sus ojos-¡estaba tan asustada!.
-         Así es, recuerda que ya antes lo prometí, jamás te dejare sola –la consolé.
-         Y tu, ¿Quién demonios eres? –Takano miraba con ojos atónitos.
-         ¿Qué quien soy yo? Pues… soy el hombre que es dueño de su corazón –dije triunfante mientras tomaba a Himeko por la cintura.
-         Yatoh… que estas haciendo, la gente nos mira –intentaba decir mientras sus mejillas se teñían de rosa.
-         Maldición…-exclame sonrojándome también- la verdad es que si estaba celoso, siento haber sido tan idiota.
-         ¡Eres muy tonto sabes! –las lagrimas comenzaban a rodar por su cara- pero aun así… aun así yo…
No alcanzo a terminar la frase, delante de todas las miradas atónitas y sin importarme nada mas fui sincero conmigo y con ella, fuertemente la abrace y calle su frase con un beso.

-         Te amo Himeko… de verdad te amo…
-         Yo también…te amo…estupido Yatoh –sonrio.

Continuamos besándonos mientras un centenar de ojos nos miraban junto con la cara de Takano casi desfiguraba de la impresión, pero ya nada importaba, me sentía completamente feliz.

4 comentarios:

LePetitUme dijo...

OMG! Lo amé u//ú, sinceramente lo amé! Yatoh'san el chico baka-cute *u* & Himeko'san la chica baka-fiel a sus sentimientitos aww! Que adorables ;///;! [me sentí casi identificada u//ú] Nee~ Ale'san, avisa cuando esté el siguiente cap. *-* Ojalá me sucediera algo así ouo aww! -se va enamorada atonitamente(?- xD

Kathia dijo...

*o* quiero saber que pasa amo tu historia *o* porfa avísame cuando subas el otro ^^
Besos~ Ale-Chii

cassaline dijo...

Esta increible Ale-nee me encanta espero que subas pronto el siguiente capitulo :D

Anónimo dijo...

estaaa en clicadoo con los grandeess jajajaaaa yeahh al millon con el bloggers xD n_n aki estamozz presentezz y pendientezz jajaa yeahh